La antigua Ermita
Ya en el siglo XVII, se tiene constancia por el historiador D. Antonio Terrones de la existencia de una ermita que se dice fue fundada en nombre de Ntra. Sra. de la Cabeza y que era gobernada y regida por la Cofradía, Cofrades y Caballeros Diputados de Ntra. Sra. de al Cabeza, donde además hacían sus cabildos y juntas. Esta ermita estaba anexa al hospital que la Cofradía poseía en la calle Ollerías y en ella se celebraba su fiesta el primer Domingo de mayo, después de la celebrada en la sierra.
La sencilla ermita está relacionada con maestro locales de cantería y presentaba una fachada muy simple constituida por un vano de acceso con arco de medio punto y las jambas levemente remarcadas, y destacando en su parte superior una hornacina de gran tamaño, también de arco de medio punto, enmarcado por pilastras y entablamento con relieves decorativos que parecen ser cabezas de angelitos y motivos florales. En su interior, unas imágenes que reflejan la escena de la Aparición, con el pastor a la izquierda y la Virgen, sobre un pequeño montículo, a la derecha. Parece ser que este grupo escultórico sustituyo a un lienzo con el mismo motivo.
La actual Ermita
Se trata de un templo Neogótico en ladrillo, comenzó a construirse por D. José Corbella Pené en el año 1918, en el solar de una vieja capilla y a la que le agregaron algunos metros para la Sacristía cedidos por D. Rafael Pérez de Vargas, Conde de la Quintería. Los gastos de su construcción fueron sufragados por Dª Agustina Pérez de Vargas y Pérez de Vargas, Condesa de Gracia Real y Marquesa de Santa Rita, terminándose las obras en el año 1921. La bendición del nuevo templo tuvo lugar en el mes de agosto de este mismo año, siendo presidido el acto por el Obispo de Jaén D. Manuel Basulto Jiménez. El retablo de estilo gótico, fue encargado por el sacerdote D. Antonio Medina Saenz, primer Capellán de la nueva Ermita, siendo su autor Casa Enrique de Valencia.
La fachada está estructurada en dos pisos mediante unas cornisas de cincha. Los pisos están organizados en cuatro cuerpos por medio de cuatro pilastras decoradas con estribos superpuestos. En el primer cuerpo se sitúa la puerta, su vano con arco apuntado arquivoltado, destaca por el tímpano decorado con un altorrelieve del escultor andujareño Agustín García del Valle, en el que se representa la aparición de al Virgen al pastor. En el segundo y cuarto cuerpo se abre un gran ventanal de ojiva que acoge a tres arcos apuntados y el tercer cuerpo, más estrecho, está decorado con dos arcos ciegos apuntado que recorren gran parte del muro.
El interior es de una sola nave, articulada en tres tramos, cubiertos con bóvedas de ojiva, siendo la de la segunda estrellada. Los nervios de la ojiva se recogen en soportes adosados a la pared. En el primer tramo se sitúa el coro alto en línea con la portada, el segundo tramo es el más amplio y el tercero de amplitud semejante al del coro y elevado con respecto a los otros donde se sitúa el altar. Toda la pared aparece enfoscada con un bello zócalo de azulejos típico de Andújar.