Manto del Centenario
EL MANTO DEL CENTENARIO
Consiste en un terno, diseñado y bordado en los talleres de Pedro Palenciano Olivares, natural de Andújar, en oro fino a realce sobre tela de tisú de plata de gran calidad.
De estilo decimonónico, destaca la grandiosa profusión de flores bordadas, alrededor de cuatrocientas, sobre una cenefa que circunda el perímetro de este auténtico jardín, alternado con una magistral cota de malla sobre el contorno.
Destaca la parte central, flanqueada por otra cenefa de menor tamaño y soberbia factura con una acertada mezcla de rocallas y roleos entrelazados con inigualable pericia salpicados por 23 resplandores de luz y escoltados por un conjunto de 24 estrellas, custodiando el escudo corporativo de la Real e Ilustre Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza de Andújar sobre el que se eleva una réplica de la corona de 1909, haciendo clara alusión al Centenario del Patronazgo de la Virgen sobre la ciudad de Andújar y su Coronación Canónica.
El mantolín del niño se encuentra bordado en oro sobre la misma tela de tisú de plata del manto de la Virgen, siguiendo similares parámetros, realizado literalmente a medida para ser encajado sin necesidad de reajustar la pieza, dejando libre el contorno necesario de la mano de la Virgen que sostiene el característico madroño. Todo el conjunto se remata con un encaje de oro de gran valor y factura.
El denominado “Manto del Centenario” tiene una gran carga simbólica y sentimental para los cofrades, ya que en el interior del mismo se encuentran insertas multitud de promesas, oraciones y sentimientos, escritos en papel, y depositados bajo las piezas bordadas.Como curiosidad, poca gente sabe de esto, lleva bordada una cuerda de la guitarra del maestro y compositor de sevillanas Pedro J. López Cárdenas, prolífico artista andujareño que ha tenido a bien componer multitud de plegarias y coplas en honor y gloria a Ntra. Amantísima Titular. Dicha cuerda se encuentra bordada en el perímetro que da contorno a la media luna que se inserta a los pies del “Ave María Coronado” que existe en el actual blasón corporativo de la Real e Ilustre Cofradía Matriz, inserto en el manto.
Manto de la Recoronación 1960
EL DENOMINADO MANTO DE LA «RE-CORONACIÓN»
Consiste en un precioso terno, compuesto de manto para la Santísima Virgen, saya y mantolín para el niño. En su primitiva configuración, aparecía bordado en oro sobre terciopelo azul eléctrico de Lyon, de gran calidad, siendo confeccionado en los talleres del vilcheño, afincado en Sevilla, Leopoldo Padilla Viss, bajo diseño de Francisco Maireles.
El manto de la Santísima Virgen es de estilo barroco, destacando en él la alternancia de rocallas y roleos con extensa decoración vegetal que circunda una cenefa muy característica enmarcando en su parte central el escudo de la ciudad de Andújar, sostenido por el águila de San Juan.
Está salpicado de flores, destacando la finísima y exquisita ejecución del bordado, la hojilla, y la incrustación de pedrería de diferentes tonalidades.
Fue costeado por suscripción popular a través de una campaña de radio que la “Santa Misión” promovió durante la estancia de la Virgen en Andújar en 1957, terminándose en 1958 y lucido, por vez primera en la procesión de romería en el año 1959, siendo Hermanos Mayores José Luis Menéndez Caso y Susana Alonso León.
La saya está bordada en oro con incrustaciones de pedrería, sobre tela de raso blanco. El mantolín del niño aparece con idénticos parámetros que el de la Virgen.
Debido al mal estado de conservación y al peso del bordado fue intervenido en 1985 por las Reverendas Madres Dominicas de Villanueva del Arzobispo, no siendo afortunada aquella en su ejecución al traspasarse el bordado a un terciopelo de inferior calidad perdiéndose varias piezas que aparecían en el primitivo diseño.Las cintas que colgaban del manto de la Virgen se insertaron en la cruz parroquial del Santuario, conservándose en la actualidad.
Manto de la Coronación 1909
EL MANTO DE LA CORONACIÓN CANÓNICA
Valioso terno que sobrevivió a la guerra civil española, se encuentra actualmente en el museo mariano del Real Santuario de Sierra Morena, desconociéndose autor o autora del diseño, así como quien o quienes ejecutaron su bordado, debido a la escasez de datos existentes que aporten luz a esta obra.
Se trata de una pieza bordada en oro sobre lamé de plata francés en cuya cenefa, de estilo barroco con elementos vegetales, podemos descubrir formas entrelazadas de roleos y acantos que se mezclan entre sí, realzando la parte central, que aparece salpicada de flores.
La saya está bordada en oro sobre tela de raso blanco, descubriéndose un “Ave María coronado” de bella ejecución y factura, circundado en su perímetro por roleos y formas entrelazadas similares a las que aparecen en el manto de la Virgen. El conjunto se completa con el “mantolín” del niño, de idéntica factura y composición, sobre tela de raso blanco, al igual que la saya.El manto de la Virgen fue intervenido a mediados de la década de los años noventa del pasado siglo XX.
Manto Cofradía Matriz
MANTO COFRADÍA MATRIZ
Se trata de una donación realizada por Josefa Expósito Cuevas, en cumplimiento de una promesa. Este conjunto se entregó a la Real e Ilustre Cofradía Matriz el 3 de diciembre de 2018, luciéndolo por vez primera nuestra titular y patrona el 8 de diciembre tras ser bendecido en el Santuario con motivo de la festividad de la Inmaculada Concepción. A posteriori la imagen de nuestra Amantísima titular y patrona lo ha lucido en la festividad de la aparición de 2019.
Por su valor histórico y sentimental para la familia, transcribo literalmente el documento de la donación del terno, compuesto por manto para la Virgen, saya y mantolín del niño. Fue realizado en el taller de Pedro Palenciano Olivares, participando en su confección las bordadoras María Bárcenas Sáez y María de la Cabeza Mena.
Yo, Josefa Expósito Cuevas, en prueba de mi devoción y sentimiento hacia la que es Madre de Dios y nuestra, Patrona de la ciudad de Andújar desde el 18 de marzo de 1909 por bula de S.S. Pío X, así como de la Diócesis de Jaén por bula de S.S. Juan XXIII fechada el 27 de noviembre de 1959, primera y única imagen en España distinguida con la Rosa de Oro vaticana bajo el pontificado de S.S. Benedicto XVI, siendo la misma titular de esta Hermandad y en cumplimiento de una promesa, hago entrega en mi nombre y en el de mi familia del siguiente terno que he tenido a bien ofrendar a la Santísima Virgen de la Cabeza, que tiene su morada en la Basílica del Real Santuario de Sierra Morena, término municipal de Andújar.
Desde siempre mi familia y yo le hemos profesado gran amor y cariño a Ntra. Sra., habiéndolo transmitido de generación en generación, dándole gracias día a día por los favores que hemos recibido de su infinita misericordia a lo largo y ancho de los años, formando nuestro hogar con mucho sacrificio y esfuerzo, teniendo como mayor bendición a nuestros dos hijos, José Luis y Jesús María, así como a posteriori nuestras dos nietas, Paula y Ángela, colmando así nuestras máximas aspiraciones y nuestros deseos de perpetuar nuestra fe en Dios y en su bendita Madre, como cristianos que somos pertenecientes a la Santa Madre Iglesia.
El terno que aquí se ofrenda se compone de manto para la Santísima Virgen, realizado en tela azul celeste otomán en la técnica de bordado en aplicación, todo salpicado de estrellas de plata destacando en el mismo el escudo de nuestra querida corporación, así como el lema del estandarte de la Real Cofradía Matriz, “De Andújar y en Hermandad, eres vida, fe y esperanza”, cuyas vistas se rematan con sendos ángeles tenantes sosteniendo las letanías “Casa de Oro” y “Espejo de Justicia”.
La segunda pieza es el mantolín del niño Jesús, en la misma técnica de bordado y sobre tela azul celeste otomán, color que resalta la “Inmaculada Concepción de María” para terminar con la saya, realizada en tela azul celeste brocada en plata con las vistas remarcadas en artísticos pliegues que realzan el conjunto, habiendo sido confeccionado en los talleres de nuestro hermano Pedro Palenciano Olivares, de su mano y bajo su dirección, y por las bordadoras María Bárcenas Sáez y María de la Cabeza Mena.
Dicha donación he tenido a bien ofrecerla a la Real e Ilustre Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza de Andújar, siendo presidente de la misma D. Manuel Ángel Vázquez Prieto y Hermana Mayor Dña. Eva María Soto Expósito, para que dicha corporación custodie el mencionado terno y haga uso del mismo cuando así lo estime oportuno y necesario para su sagrada imagen titular, Ntra. Sra. de la Cabeza, con sede canónica en la Basílica del Real Santuario de Sierra Morena, y para que así conste y se haga saber a las futuras generaciones lo rubrico y firmo de mi puño y letra, junto a mi esposo.
En Andújar, a tres de diciembre de 2018.A continuación, aparecen las firmas de Manuel Ángel Vázquez Prieto, presidente de la Real e Ilustre Cofradía Matriz; Eva María Soto Expósito, Hermana Mayor; Josefa Expósito Cuevas, donante; José Luis Gavilán López, esposo de Josefa.
Manto de la Alegría
MANTO DE LA ALEGRÍA
1.- Origen y Diseño
Desde el momento que los donantes se ponen en contacto con este taller, y una vez consultado con ellos qué ideas tenían para la ejecución de dicha pieza, se plantea plasmar un diseño que no fuese muy común o no presentara similitud a los diseños con los que la imagen cuenta en su extenso ajuar.
Tras realizar varios bocetos y analizar conjuntamente cuál era el que más nos trasmitía y con el que nos identificábamos realmente, decidimos abordar el original diseño que hoy, por fin, pueden contemplar.
Se trata de un diseño de corte regionalista cargado de simbolismo renacentista, inspirado en elementos extraídos de la propia reja del presbiterio del Santuario y el propio camarín.
El regionalismo es un estilo que nace en Sevilla a principios del siglo XX y que tiene su mayor expresión artística en los edificios de la exposición iberoamericana, de estos destaca sin lugar a duda, la Plaza de España, ideada por el arquitecto Aníbal Gonzalez.
Todo este estilo se traspasa al ámbito cofrade de la mano de grandes diseñadores y bordadores como Juan Manuel Rodriguez Ojeda, el gran ideólogo de la actual Semana Santa sevillana.
Partiendo de esta base y añadiendo otros referentes como Sánchez Millán o Joaquín Castilla, plantemos un diseño con grandes referentes a la ornamentación de la azulejería trianera.
Los elementos ornamentales que conforman el manto, se distribuyen en diferentes calles o nerjas a modo de abanico, siendo la cola del manto la que posee los elementos más importantes junto a las vistas delanteras.
Dicha ornamentación parte de un eje o rama central, compuesto por una sucesión de jarras o macetillas de las cuales surge, a modo de roleos, las sucesivas hojas de acanto que se distribuyen tanto de forma abierta como de perfil por todo el manto. A su vez, de estas, surgen tanto cornucopias como diferentes flores.
La zona inferior del eje principal incluye una cartela que guarda la heráldica de los donantes. Surte una serie de gacetillas que en su parte central sujetan una jarra de gran volumen, símbolo de la abundancia y realeza de María, flanqueada por dos ángeles a modo de atlantes, muy característicos de la ornamentación de corte renacentista.
Todo este conjunto lo remata el anagrama de María, coronado con azucenas, símbolo máxime de María como Reina Asunta a los cielos y Coronada como Madre de toda la creación.
De este eje principal, surge toda la cenefa perimetral a modo de roleos de acanto, de los cuales se entrelazan cuatro dragones de acantos o grotescos, que dirigen las diferentes calles o nerjas ornamentales.
Los dragones siempre se sitúan en la parte más baja del diseño, aludiendo al pecado, quedando siempre por debajo del anagrama de María coronado. Los incluidos en la vista frontal, quedan a los pies de la Virgen, en clara alusión a María como ser concebido sin mancha, pisando desde el primer instante al pecado, siendo Ella la Llena de gracia. De estos, surge la ornamentación que repite los mismos motivos representados en la calle central.
La saya de la Santísima Virgen responde al mismo programa armamentístico, en este caso no hay dragones a modo de grotescos, sino que son ángeles los que rematan la ornamentación de esta.
Finalmente, los mantolines del niño, rematan de manera perfecta la ornamentación diseñada para completar un terno que sin duda es una joya a medida para la Reina de Sierra Morena.
2.- Ejecución y técnicas empleadas
En cuanto a su ejecución, he de destacar que está bordado en oro a realce sobre terciopelo de algodón de color rojo carmesí en el manto y sobre tisú de oro sobre la saya.
En la ejecución de este se han empleado gran variedad de técnicas y puntadas. Para la realización de las piezas tejidas o realizadas a oro tendido, se han empleado puntadas como la puntita, tanto doble como triple, así como la muestra armada con hojilla, ladrillo y cetillo.
La hojilla, siendo esta de las técnicas más complejas en su preparación como ejecución, está presente tanto en los principales elementos, como en todas las jarras y cornucopias, en las cuales se combinan los puntos tejidos con la cartulina y los matizados en seda de un color azul borbón. Todas estas técnicas, representan las que se empleaban a principios de siglo XX en las piezas de corte regionalista, dando como resultado una pieza equilibrada tanto en diseño como ejecución, a la vez que le da ligereza al dibujo, jugando con las partes bordadas y las partes lisas, a modo de claroscuros.
Una pieza pensada desde su origen para ensalzar y engrandecer la venerada imagen de Ntra. Sra. de la Cabeza vistiéndola con oro de ofir.
Manto Inés Giménez
El legado de Inés Jiménez de Ariosa.
A continuación, y en este apartado, vamos a describir en primer lugar uno de los mantos más significativos del ajuar de la Virgen de la Cabeza, siendo este, en concreto, con el que aparece en sus salidas procesionales anteriores a la guerra civil.
Fue bordado en 1904 por Ana y María Engelmo, naturales de Andújar, sobre terciopelo verde oscuro de gran calidad y textura, mezclando varias técnicas en su confección, como el canutillo y el bordado en aplicación con recortes de sedas de colores.
Destaca en su contorno una cenefa de roleos entrelazados con una bella composición de flores, destacando las acostumbradas azucenas y margaritas que aparecen en diferentes tonalidades a realce, embelleciendo la pieza de forma notable.
En sus vistas laterales destacan dos jarras de las que parten, a un lado y a otro, sendos ramilletes de jazmines y azucenas que escoltan la cenefa central del manto, de extraordinaria y equilibrada composición, sobresaliendo una fuente de similares parámetros en clara alusión a la pureza de la Virgen.
En su reverso, concretamente en el forro, aparece la siguiente inscripción:
“Como prueba de verdadera devoción que tengo por Nuestra Señora de la Cabeza, ofrezco este manto que deseo se lo pongan solo cuando el tiempo lo permita.
Inés Jiménez de Ariosa.
Abril de 1904.
Este manto ha sido bordado por Ana y María Engelmo. -Andújar.
De este conjunto desapareció la saya en la guerra civil española, conservándose varias fotografías en las que se observa un gran Ave María coronado con gran profusión de roleos y flores. El mantolín del niño corrió mejor suerte y aparece bordado en los mismos términos que el de la Virgen.
A su vez, y en el mismo mes de abril de 1904, aparece un segundo terno donado y bordado por las mismas personas. El manto de la Virgen y el mantolín fueron traspasados a tisú de oro en los talleres de Antonio Villar Moreno (Córdoba). Corría el año 2008.
De este conjunto destacan las flores de seda bordadas magistralmente a realce, comprendiendo una cenefa asimétrica que circunda el tondo central en el que se descubre, añadida durante el proceso de traspaso, una Cruz trinitaria de grandes proporciones sobre un Ave María.
La saya, denominada “de las mariposas”, es compañera a este juego y, al igual que aquellos, fue restaurada en los talleres de Antonio Villar Moreno, traspasando el bordado original a una tela de tisú de plata.
Esta saya la podemos ver reflejada en multitud de azulejos antiguos, que presentan la iconografía primitiva de la imagen de la Virgen, anterior a la guerra civil. En su reverso lleva inserta la siguiente inscripción.
“Como prueba de la verdadera devoción que tengo por Nuestra Señora de la Cabeza, le ofrezco este delantal que deseo se lo pongan solo cuando el tiempo lo permita.
Inés Jiménez de Ariosa. Abril de 1904.Este delantal ha sido bordado por Ana y María Engelmo.
Manto Lázaro Palomares
EL MANTO DE LÁZARO PALOMARES
Bordado en oro sobre terciopelo color rojo emperatriz, se trata de un diseño barroco en el que destaca la cenefa de elementos vegetales y florales en su contorno. Lleva inserto un galón perimetral, que circunda la pieza y viene a suplir, en parte, una carencia en su medida, quedándole actualmente corto a la Virgen.Fue donado por Lázaro Palomares Gavilán, Hermano Mayor de la Real e Ilustre Cofradía Matriz de Andújar en 1961. Este manto, junto a otros significativos, están pendientes de ser restaurados por parte de la hermandad.
Manto Aparición
EL DENOMINADO «MANTO DE LA APARICIÓN»
Según la tradición popular, nos encontramos con el manto que cubría a la primitiva imagen de la Virgen de la Cabeza en la noche de su aparición o hallazgo por parte del pastor de Colomera, conservándose actualmente en el “Museo Mariano del Real Santuario”.
Dicho esto, y hablando desde un punto de vista técnico y fehaciente a nivel histórico, en realidad se trata de una pieza datada entre los siglos XVI y XVII, perteneciente al ajuar, pero, al observar sus medidas más cortas de lo normal, no siendo, parece ser, un manto en sí mismo, sino “un vestido interior” sobre el que descansaría el terno en cuestión.
Debido al mutismo de la época, en pleno barroco, la talla no tendía a descubrirse, siendo vestida con varios trajes.
Manuel Salcedo Olid nos afirma al respecto.
“Manifiestose vestida de una túnica larga de lienzo, y sobre ella una vestidura de seda azul sembrado de estrellas (la cual hoy permanece sin corrupción) le vistieron un vestido de seda, que nunca más se le ha quitado, sobre el qual se le pone sus ricos vestidos”.
Más adelante, nos dice igualmente; “Sobre estas túnicas tenía un jubón, y basquiña de seda melada, que nunca más se le ha quitado, mudado ni visto; porque encima se le puso un vestido de raso azul, que sirve para poner sobre él los preciosos, y ricos adornos.
Antes me han certificado algunos rectores del Santuario, que quando el día de la fiesta principal ciñen la Imagen con listones por la cintura, para que vaya fixamente asida con quatro pendientes en el cubo de las andas han visto que por la simbria de las vestiduras antiquísimas está cosida toda la ropa por lo baxo con un cordón grueso de seda encarnado, de tal forma, que es imposible registrar con la vista la hechura”.