El diseño de la actual medalla mantiene ha mantenido su característica forma triangular y un tamaño de 5,9 cm, obra de D. Pedro Palenciano Olivares, fue aprobada en el año 2004, basándose en los cuatro modelos existentes, todos ellos claramente inspirados en los cetros de Fiscales que datan de principio del siglo XX.
En el anverso de la medalla, aparece en su centro un Pedregal de la Sierra, sobre el que se nos muestra, como figura principal, la Imagen de María Santísima de la Cabeza, vestida con manto largo y coronada con corona real labrada de seis imperiales. La Imagen de Nuestra Señora sostiene al Niño Dios sobre su brazo izquierdo, también coronado, portando mano izquierda una esfera dorada, en representación del Mundo. La faz de la Virgen se nos muestra elevando la mirada con una leve inclinación de la cabeza a su derecha. El rostro está dulcemente enmarcado por un rostrillo repujado que deja ver, sinuosamente, los cabellos peinados de la Señora, estando decorado con cuatro joyas preciosas, configuradas en cruz. Su cuerpo, como hemos señalado anteriormente, está cubierto por manto largo que la cubre, cayendo en suaves pliegues y dejando ver antiguos bordados, quedando rematado éste con encajes de sabor vetusto. La saya, de cuerpo entero, deja ver la silueta del Niño, presentando una abertura, también rematada con encaje, por donde la Virgen Santísima asoma su mano derecha con la que entrega una «frutica» a su Divino Hijo. La Imagen de María y el Niño queda sumada con la media luna apocalíptica a sus pies.
Al pie del bendito pedregal y a la izquierda de la Stma. Virgen, se encuentra la figura del pastor que, arrodillado y con las manos entrelazadas, se haya de perfil, mirando, hacia la Imagen de la Virgen, con la cabeza ligeramente levantada. A su lado aparece el bastón sobre las piedras y dos ovejas, una pastando y otra acostada. Sobre el pedregal y a la izquierda de la Stma. Virgen se levanta un arbolito enramado y con hojas, que se prolonga hasta la altura del cuerpo del Niño. Pende de una de sus ramas una campanilla y aparece posado en él un pajarillo que mira hacia la Virgen.
Tras el tema central de la Aparición y a la izquierda, recortadas en el horizonte de la sierra, encontramos dos tiendas para refugio de Cofradías, y tras ellas se levanta el cerro del Cabeza con veredas abruptas, coronado por el Santuario, cuya fábrica exterior presenta una sola nave rematada por espadaña de un solo vano, coronada por una cruz latina.
Todo el conjunto está rodeado por orla de filigrana, compuesta por diez rocallas internas en diez roleos, cuatro en cada costado y dos en su base. En su parte superior, la orla está rematada por una asimétrica hoja de acanto, tras la que queda fijada la anilla que porta todo el con junto. En el centro de ambos laterales, aparecen, y en menor tamaño, dos motivos vegetales de acanto. En sus dos esquinas inferiores encontramos dos conchas peregrinas y en el centro de la franja inferior, un simétrico ornamento que pone broche a todo el contorno de la medalla.
En el reverso, aparece el escudo de la Real Cofradía Matriz, centrado y algo desplazado hacia la mitad superior de la medalla. Toda esta figuración se basa en las primeras medallas que muestran los iconos que hasta hoy nos han llegado representados en la actual, aunque notoriamente alterados.
Azul y Blanco
Este es el color que la Cofradía Matriz posee para el cordón de su medalla, representa la inmaculada concepción de María, así como el color característico de las antiguas cerámicas de la ciudad de Andújar.