
En este I Domingo de Adviento, la Real e Ilustre Cofradía Matriz de la Santísima Virgen de la Cabeza abre, junto a todos sus cofrades, el tiempo santo de la espera. Comienza el camino hacia Belén, el tiempo de preparar el corazón para recibir al Señor que viene.
«Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos» (Mt 3,3).
Con esta llamada del Evangelio queremos encender hoy la primera vela de nuestra corona de Adviento, signo de la luz que rompe las tinieblas y de la esperanza que no defrauda. Que su llama nos recuerde que Cristo es el Dios que viene a nuestro encuentro, discreto y humilde, para colmar nuestra vida de gracia.
Nos acogemos a la intercesión de Nuestra Madre, la Santísima Virgen de la Cabeza, la Mujer de la espera confiada, para que nos enseñe a velar en oración, a vivir en gracia y a preparar nuestra alma con obras de amor y misericordia.
Que este Adviento sea para nuestra Cofradía, para todas las cofradías filiales y para cada familia devota de Nuestra Excelsa Titular, un tiempo de profunda conversión y de gozosa esperanza en el Señor que nace.
