La Imagen de la Virgen de la Cabeza, tiene la peculiaridad de ser de las pocas imágenes, que ha sido coronada dos veces. La primera vez en 1909, siendo la tercera Imagen que era coronada canónicamente en Andalucía, y la segunda vez en 1960, en desagravio al haber desaparecido la primitiva Imagen de Ntra. Sra. y su corona en los sucesos de la guerra civil. Desgraciadamente a nuestros días solo nos ha llegado la corona de la Recoronación y otra corona de plata, ya que el resto de coronas fueron sustraídas en un robo ocurrido en el Santuario la década de los 90.
La Stma. Virgen tiene en su ajuar hasta ahora tres coronas, Dos Coronas de Oro y una de Plata.
Las coronas de 1960 ( Canastillo), fueron diseñadas por Antonio González Orea, prolífico artista andujareño, siendo confeccionadas en los talleres de Manuel Aumente, en Córdoba.
El conjunto, según nos describe Francisco Calzado Gómez en su célebre libro “Año Santo en Sierra Morena”, editado en 1960, consta de tres piezas; corona de la Virgen, corona del niño, así como de rostrillo, compuesto por:
“Las tres piezas coronas del niño, de la Virgen y el rostrillo están fabricadas con oro de 20 kilates, con un peso total de 1.329,70 gramos. La corona de la Virgen lleva una orla cuajada de brillantes, como también las ráfagas que respaldan los símbolos y el aro de la bola que remata el imperial.
Todas estas piezas, así como la paloma representativa del Espíritu Santo, están montadas en platino, con un peso de 31,20 gramos. En ricos esmaltes figuran los escudos de Andújar, de Colomera, de la Diócesis y de la Orden Trinitaria.Digamos, por último, para curiosidad del lector que entre las tres piezas se han engarzado 1220 brillantes finos, 350 diamantes rosa, 96 diamantes finos, 123 rubíes orientales, 26 esmeraldas, 12 amatistas, 240 zafiros azules de Ceylán y 254 perlas finas.
La corona del centenario, comentar, a modo de precedente, que este conjunto, anhelado desde hacía tiempo por un grupo de fervorosos cofrades con vistas a las efemérides a conmemorar en el que, a posteriori fue el Año Jubilar 2009-2010, se adivinó en el cartel oficial de romería, editado por el Excmo. Ayuntamiento de Andújar en el año 2007, realizado por Pedro Palenciano Olivares con la intención de materializarlo, como así sucedió dos años después, para el Centenario de la Coronación Canónica.
Para llevar a buen término esta iniciativa se creó una comisión compuesta por varios hermanos de la Real e Ilustre Cofradía Matriz, entre los que destacaron el propio Pedro Palenciano Olivares, autor del diseño final de las coronas y rostrillo, Alfredo Fernández Villar, José Manuel Martínez Pedrajas, Francisco Toribio, Pilar Pérez, o Enrique Gómez Martínez, entre otras personas.
El proyecto de corona fue concebido con un marcado carácter popular, para tratar de reponer, dentro de lo posible, la primitiva corona de 1909 desaparecida en la contienda civil española.
Este deseo se hizo realidad gracias a los donativos y ofrendas de piezas de oro que multitud de devotos ofrecieron a la Virgen, sin importar procedencia u condición, al igual que sucediera con las de 1909 y 1960.
Se habilitaron para ello varios establecimientos en Andújar y en poblaciones limítrofes; como por ejemplo la relojería de Ángel Molina, Joyería Rey, Joyería Emilio Briones, o el Taller de Joyería de Miguel Martínez, todos estos establecimientos de nuestra localidad.
Fuera de ella tenemos constancia de los siguientes: “Artesanías San José” en Linares; “Papelería Lozano” en Marmolejo; “Joyería Ruíz” en Bailén; “Joyería Migal” en Arjonilla; y “Joyería Decorjoya, en La Higuera.
A su vez la sede de la Real e Ilustre Cofradía Matriz fue receptora del oro, piedras preciosas, joyas, así como ingentes cantidades de dinero en metálico, necesarios para su coste y confección.
La corona de la Virgen se compone de 16 imperiales, ocho mayores decorados con acantos, roleos y óvalos referentes a letanías marianas, y ocho menores, revestidos de perlas preciosas, elevándose aquellos sobre un tambor de oro de 18 quilates repujado, destacando en su parte central el escudo de la ciudad de Andújar con ricos esmaltes y sostenido por el águila de San Juan, de proporciones considerables, todo ello sobre una orla de brillantes que circundan el conjunto.
En su reverso, como novedad, aparece el escudo de la Real e Ilustre Cofradía Matriz de Andújar, de tamaño más pequeño.
La presea se remata con una cruz latina de oro y brillantes sobre esfera de oro blanco y, como detalle a tener en cuenta, en el puente de sujeción de aquella, aparece grabada la siguiente leyenda: “REALIZADA POR SUSCRIPCIÓN POPULAR POR COFRADES Y DEVOTOS EN EL CENTENARIO DE CORONACIÓN 2009”.
La corona del niño, de similar concepción y características a los de la corona de la Virgen, se compone de ocho imperiales, cuatro mayores con idéntica decoración de acantos, y cuatro menores revestidos de perlas, todo ello rematado por cruz latina de oro y brillantes sobre un cuerpo esférico similar al anteriormente citado y descrito.
Sobre su puente aparece igualmente grabado: “REALIZADA POR SUSCRIPCIÓN POPULAR DE LOS NIÑOS DE ANDÚJAR EN EL CENTENARIO DE CORONACIÓN 2009”.
El rostrillo se encuentra calado tratándose, en este caso, de una original pieza de oro de ley de 18 quilates formada por cuatro cuerpos simétricos unidos alrededor de un óvalo central en el que destaca una profusión de flores engarzadas con roleos, rocallas y ráfagas, circundando el rostro de la Virgen armonizándolo estéticamente.
Se encuentra enriquecido con perlas y brillantes en su contorno y por cuatro zafiros azules dispuestos en dos ejes; norte-sur y este-oeste, conformando la clásica Cruz latina alusiva a Jesucristo Ntro. Señor como redentor del mundo, con la particularidad de haber sido bautizados con los siguientes nombres: “Río Guadalquivir, Río Jándula, Arroyo del Gallo y Arroyo del Membrillejo”.
El conjunto, íntegramente, se compone de:
– 41 zafiros.
– 60 topacios.
– 1250 diamantes.
– 216 perlas.
Con el material sobrante de las donaciones, la comisión encargada del proyecto “Corona del Centenario” tuvo a bien promover la realización de un broche, alusivo a la “Rosa de Oro”, concedida por S.S Benedicto XVI en 2009, bendecido en la romería de 2011 e impuesto a la sagrada imagen de nuestra titular y patrona por Monseñor Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén.Todo este conjunto; corona de la Virgen, del niño, rostrillo y broche, fueron confeccionados por Manuel Valera Pérez, en Córdoba.
La Corona Aumente de Plata, hablamos de una corona de Plata estilo barroco con imperiales realizada en la década de los años 40 por el orfebre cordobés Manuel Aumente, dicha corona se usa generalmente para los traslados de la virgen a la ciudad de Andújar.
La corona de 1909, realizada por Héctor Marabini y Conti, joyero hispano-italiano (1853-1910), teniendo taller en la calle Nicolás María Rivero, de Madrid, gozando de gran reconocimiento en la corte del rey Alfonso XIII.
La obra consistió en dos piezas, desconociéndose la autoría y factura del rostrillo. En primer lugar, describiendo la presea de la Virgen, aquella se trata de una soberbia corona compuesta por 16 imperiales de los cuales ocho eran mayores, decorados con una mezcla de roleos y acantos entrelazados, así como por diversos óvalos conteniendo las letanías a Ntra. Sra.
Junto a estos, se descubrían los ocho restantes, de menor tamaño y configurados sobre una base de oro fino y perlas preciosas elevándose sobre un tambor en cuyo frontal aparecía, sostenido por el águila de San Juan, el escudo de la ciudad de Andújar, de grandes proporciones. Todo el conjunto aparecía engarzado con gran profusión de piedras preciosas.
La corona de la Virgen, al igual que la del niño y el rostrillo, desaparecieron en la guerra civil española en circunstancias nada claras, estando tasada la misma en 100.000 pesetas en la época de su desaparición, año 1936.
La corona del Divino Infante se componía de ocho imperiales, cuatro mayores y cuatro menores, de similar concepto y ejecución que los de la corona de la Virgen. El conjunto, cincelado en oro de 18 quilates, constaba de “2187 brillantes y rosas que llevan entre las dos coronas, 372 esmeraldas de varios tamaños, 38 rubíes de varios tamaños más grande reconstituido, 20 zafiros, 1 amatista y 1 topacio, 542 perlas y aljófar. En total 3161 piedras preciosas insertas entre las dos coronas. La obra tuvo un coste de 37.295 ptas.Por su parte la comisión envió a Héctor Marabini; Una cantidad de oro, valorado en 2350 pesetas para refinar, 478 brillantes rosas y diamantes de valor, 352 esmeraldas utilizadas de las recibidas, 542 perlas aljófar, 34 rubíes, 10 zafiros, 1 amatista y 1 topacio. Todo ello aparece tasado en 14.950 pesetas.
La corona del indiano, actualmente desaparecida, se trata de una corona que marcó una época de esplendor en pleno barroco por su importancia iconográfica, siendo retratada en los diferentes lienzos que, principalmente a partir de 1650, año en la cual es ofrendada a la Virgen, los diversos pintores del XVII realizan sobre “La Morenita”.
Por su relevancia histórica, inserto literalmente el acta de donación de Juan Álvarez Serrano.
“Por devoción y a mi costa, y de mis bienes, tengo hecha una corona de oro y piedras preciosas para Nuestra Señora de la Cabeza de Sierra Morena, yo D. Juan de Álvarez Serrano, oidor de México, envío a Nuestra Señora de la Cabeza, el año de mil seiscientos y cincuenta, una corona imperial, que pesa veinte onzas de oro, en cuya circunferencia, y primer cuerpo brillan doce preciosos jacintos, diez y seis esmeraldas finas grandes, y en lo arqueado de la diadema otras ocho mayores.
Juntándose los extremos, en un globo de oro esmaltado que sirve de asiento a una preciosa cruz, dividido el ámbito en cuatro piezas, que, formando cuatro tornillos de oro, a cuyos remates sirven de cabeza cuatro ricas esmeraldas, y otras tantas con el mismo artificio, y primor, hacen las puntas de diadema. Está apreciada en dos mil pesos”. (Mondéjar Expósito, 2021, pág. 257).