En el año 2005, la hermandad estrenó un nuevo Estandarte, como insignia representativa de la Stma. Virgen de la Cabeza, siendo portado en las procesiones de la Sagrada Imagen, Corpus Christi e Inmaculada Concepción. Su diseño fue donado por el artista andujareño Pedro Palenciano Olivares y con él se ha pretendido recuperar la tradición perdida en la Romería de la Stma. Virgen de la Cabeza de los Estandartes monumentales de siglos pasados. Estos estandartes llevaban en su anverso una representación del momento de la aparición de Ntra. Sra. y eran custodiadas en las archirepresentadas tiendas que las Hermandades levantaban en el Cerro del Cabezo en Romería, como aparece en numerosos óleos del siglo XVII.
Óleo
Toda la forma del Estandarte aparece bordada y recortada en su figura. De las dos esquinas superiores asoman, pendiendo de sendas volutas, dos campanillas de plata, representando la simbología tradicional del momento de la Aparición, y a cada lado penden dos cordones con tres borlas. El campo de fondo carmesí que se encuentra entre la orla que contiene el lienzo y la cenefa que sirve de contorno a toda la pieza, se adorna con una filigrana de flores de jara, azahar y azucenas.
Bordados
Toda la forma del Estandarte aparece bordada y recortada en su figura. De las dos esquinas superiores asoman, pendiendo de sendas volutas, dos campanillas de plata, representando la simbología tradicional del momento de la Aparición, y a cada lado penden dos cordones con tres borlas. El campo de fondo carmesí que se encuentra entre la orla que contiene el lienzo y la cenefa que sirve de contorno a toda la pieza, se adorna con una filigrana de flores de jara, azahar y azucenas.
Vara
Fabricada en su totalidad en plata de ley, sostiene al Estandarte y está dividida en diez cañones ensamblados entre sí, conteniendo relieves alusivos a la flora autóctona de Sierra Morena. El remate presenta una cartela en cuyo anverso se enmarca el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, figurando en su reverso la representación del momento de su Asunción Gloriosa a los Cielos, en cuerpo y alma. Ambas figuraciones recalcan la vinculación Concepcionista y Asuncionista que la Hermandad Matriz sostiene. Todo el conjunto está rematado por una cruz labrada en plata y sustentada sobre macolla, simbolizando nuestra pertenencia a la fe cristiana.